En este monólogo el doctor Michael Laitman nos habla del estado actual de interdependencia que vive la humanidad y de lo que la naturaleza quiere de nosotros. Te invitamos a escucharlo.

En este monólogo, el doctor Michael Laitman nos explica la forma en la que funciona el sistema de conexión de la naturaleza y nos explica, por qué el hombre es el único que está fuera de ese sistema y la necesidad de unirnos a él.

En este video el doctor Michael Laitman habla de la inutilidad de las guerras de la humanidad y de la gran guerra que cada uno y todos juntos debemos pelear cada día y a cada momento. Vale la pena escucharlo.

There are many people suffering on both sides of the Russia-Ukraine war. Nonetheless, it is the Creator who evokes these situations for the sake of correction, as it is written, “There is none else besides Him.” Moreover, we must not attribute this war to anyone but the Creator, because “the heart of kings and ministers is in the hands of the Creator.” True victory is not where one side subdues the other, but that they connect above all problems and battlefields. Connection is the true victory, i.e. where both sides understand that there is no victory in war but each of us has to defeat our own ego, and this is how we will win the war. There is no other way. We cannot come out of this war until we think correctly about what is going on, that it is not just a war, but it is in order for us to become more connected and so that we will turn to the Creator and demand of Him that “He who makes peace in His high places, may He make peace upon us” (Heb. “Oseh shalom be Merumav, Hu yaase shalom aleynu”). We will then reach true peace. “Shalom,” which means “peace” in Hebrew, also means completion, wholeness, and perfection. We can reach such completion and perfection only in the connection of all opposite ends together, which is only possible through the revelation of the Creator—because we connect in Him.

En monólogo, el doctor Michael Laitman nos habla de la aparente oscuridad que, actualmente vemos en el mundo y nos explica cómo cambiar esta oscuridad en luz.

Today, we live in times that kabbalists call “the last generation,” and the laws that apply to the last generation are no longer laws that pertain to certain regions or countries, but to humanity as a whole. Moreover, we very much need to see these laws with our own eyes: how they encompass our planet, how everyone receives the intellect, emotion, perception and inclination toward these laws, and that we live in such tight and inescapable global interdependence. Take, for example, the coronavirus pandemic. Look at how it connects everyone in a common concern. If we fail to reach the feeling of our interconnectedness out of our own accord, then a pandemic comes around to show us our connection. And if that is still not enough, then we can expect to experience more extreme natural occurrences, such as hurricanes and other disasters, in order to show us how small we really are, and how we need to be better connected in order to spare ourselves such blows. Today’s times are global and human society has become global. All we need today is to understand the extent to which we are global, and to reach a common understanding of the general collective force that encompasses us. If we reach such an understanding, then everything will work out just fine.

La humanidad ha construido la sociedad por miles de años, ha luchado, mentido y tratado de aniquilarse, eventualmente, logramos comprender que la subordinación no es favorable para nuestro desarrollo ni para el comercio con otras sociedades del mundo. El objetivo de la humanidad, según la ley de la naturaleza, es que todos se integren y se vuelvan lo más interdependiente posible. Llegaremos a un estado en el que comprenderemos que debemos cumplir con esta ley de la naturaleza, para alcanzar el siguiente nivel de crecimiento de la humanidad, no en base a la decisión de ningún comité ni de una cumbre. El ego sigue creciendo. Necesitamos pactar con él, pero sólo con una conexión correcta y conveniente entre nosotros.

El doctor Michael Laitman nos hace pensar en el estado del mundo actual y en el mundo que les vamos a dejar a nuestros hijos y nos insta a hacer las transformaciones necesarias para que la situación cambie.

Hoy vemos muchas parejas en relaciones amorosas, seguidas de odio, se divorcian o separan. Parece como si tuviéramos que aprender una lección sobre relaciones. Le pedimos al cabalista, doctor Michael Laitman que compartiera su opinión. “El amor y el odio deben complementarse, para alcanzar un estado correcto y apropiado; las características, los hábitos y el comportamiento negativos son parte de la forma en que llegaron a existir. Estos atributos, tanto buenos como malos, con una conexión correcta, deben ser revelados, precisamente para fortalecer el amor y la comprensión, que permitan que crezca la relación. Hay una máxima en la sabiduría de la Cabalá: "El amor cubre todas las transgresiones", hay faltas y el amor las cubre.

A lo largo de miles de años de desarrollo humano, la humanidad se ha acercado, eso nos hace cuestionar nuestro avance y el futuro del mundo. De acuerdo con la sabiduría de la Cabalá, estamos en la “última generación” y estamos llegando a un estado en el que nuestro desarrollo corporal se conectará con el espiritual. Ambos comienzan a juntarse. La humanidad empezará a comprender que su desarrollo tiene requisitos suficientes para el trabajo físico y un aumento en el compromiso del trabajo espiritual, construir conexiones correctas en nuestras relaciones. Para revelar al Creador, el ser creado (nivel humano), no tiene más remedio que entenderlo.

Vemos que en el desarrollo humano, las fuerzas de separación se revelan cada vez más. Lo único que le falta a nuestra civilización, es conexión y una actitud correcta hacia los demás. Sólo acercándonos más, influimos en la naturaleza con un buen resultado y a la inversa, al alejarnos, la destruimos. Desde el nivel hablante (humano), influimos en los grados inanimado, vegetal y animal. Según la nueva ciencia, la de la revelación de la sabiduría de la Cabalá, la ciencia de la generación del Mesías, la generación del fin de la corrección, mientras más podamos corregirnos, más veremos estos fenómenos en el mundo. Apagar incendios y plantar árboles no nos ayudará. Necesitamos ordenar nuestros pensamientos, deseos y cualidades, para que entendamos que todo depende de eso.

La vergüenza es una fuerza tremenda en la creación. La gente es capaz de hacer cualquier cosa para evitar sentirse avergonzada. Casi todo lo que hacemos en la vida, después de los cinco o seis años, se debe a la vergüenza. De hecho, todo en el mundo, toda nuestra civilización, está formada por gente diminuta y cada uno se preocupa por no sentir vergüenza en ningún nivel. Toda nuestra vida es muy mezquina, porque la preocupación más constante es evitar llegar al estado de vergüenza, cuando vemos el comportamiento de los demás. Esta inclinación conduce a diversos fenómenos, algunos tapan la vergüenza con insolencia -"Jutzpah" en hebreo-, otros la tapan involucrándose en negocios, otros quieren destacar entre la multitud y otros ahondan en filosofías, religión y otras enseñanzas. Todo surge para cubrir la vergüenza. Así construimos nuestra familia, sociedad y país. Hoy, es muy claro cómo actúan todos para cubrir la vergüenza. En muchos casos, incluso damos más importancia a cubrir la vergüenza, que a la muerte. Eventualmente, tendremos que agradecer al sentimiento de vergüenza por su gran ayuda para alcanzar un estado en el que nos acerquemos al Creador, lo encontremos y nos adhiramos a Él.

Hay una sola fuerza, ​​un sistema que puede corregirlo todo. Despierta en nosotros estados corruptos opuestos. Esto es para que encontremos la corrupción y le pidamos a la fuerza superior, al sistema espiritual, que actúe y nos acerque a ese sistema. Nos sentimos muy incómodos con respecto al sistema espiritual, ya que estamos debajo de él en una conexión egoísta. Dado que el sistema espiritual está por encima de nosotros, sentimos que estos dos sistemas funcionan de una manera mala e inconveniente. Todo lo que vemos hoy en el mundo: inundaciones, incendios, olas de calor o pandemias, por nombrar algunos, se deben a que estos dos sistemas están en oposición. Esta oposición existe para que nosotros, desde el punto más bajo, pidamos equilibrio con el sistema superior. Al plantear una deficiencia, que en la sabiduría de la Cabalá se llama “elevar MAN”, oración, el sistema superior no sólo se acerca a nosotros, también comienza a ajustar las relaciones entre los dos sistemas: corporal y espiritual. Es así como finalmente alcanzaremos la corrección. Todo depende de nuestra responsabilidad mutua.

Las fuerzas de la naturaleza actúan en el nivel inanimado. Por eso, tomará mucho tiempo para que influyan en nosotros a través de los niveles vegetal, animal y humano. Durante ese tiempo, sufriremos junto con nuestra familia, nuestro país y todo lo que nos rodea. Por eso, debemos empezar a comprender y digerir los cambios que suceden en la naturaleza. Deberíamos empezar por responder desde nuestro nivel humano, que es el más alto. En otras palabras, debemos mejorar las conexiones humanas, corrigiéndonos a nosotros mismos. A pesar de que hay una tremenda brecha entre nuestro ego -que opera en ensimismamiento- y la conexión humana positiva, que requiere actitudes altruistas opuestas, con nuestra corrección, podemos corregir estos eventos dañinos. ¿De qué sirve lidiar con incendios, inundaciones y gérmenes? Más bien deberíamos ocuparnos de todo desde el nivel más alto, de donde vienen estos eventos dañinos, el punto en el que nos separamos de la fuerza superior. Si corregimos nuestra conexión en ese punto, el resto de la naturaleza se calmará y no habrá problemas ni tensiones. Imagina, si no hubiéramos descubierto las ondas de radio, ¿cómo nos comunicaríamos? Es una ley natural, que cada vez que pasamos de un nivel de comprensión al siguiente, elevamos y corregimos el nivel anterior. Combatir incendios e inundaciones en el nivel de incendios e inundaciones, sólo revela nuestra debilidad. Muestra nuestra falta de comprensión del nivel en el que se supone que debemos combatir esos fenómenos. Si luchamos contra los desastres naturales en el nivel del desapego entre nosotros y con la naturaleza, entraremos en equilibrio con la naturaleza en un nivel superior y habría equilibrio en los niveles inferiores.

Hoy, la tendencia general del mundo es hacia la globalización. Mucha gente se siente ciudadana del mundo, no se identifica con ningún país ni ciudad específica. Podría haber una explicación; que egoístamente sea más fácil, mejor y más conveniente para la humanidad. Si discutimos nuestras conexiones, veremos que mientras estamos bajo la influencia de desastres naturales y calamidades globales que vemos venir, sentiremos que somos parte de un planeta y de una nación: de la humanidad. La gente que se preocupa por el planeta dice que la Tierra sufre por nuestra incapacidad para unirnos, para ayudarnos durante catástrofes naturales como prevenir incendios. Vemos que cada país se ocupa de sus propios asuntos y si seguimos así, el mundo, de seguro colapsará. Cabalá puede darnos un método de conexión con el que podremos elevarnos por encima del ego, en beneficio de la humanidad. Al hacerlo, atraemos la fuerza superior general de la naturaleza. Esta fuerza hará todos los cambios positivos necesarios. La singularidad del método de Cabalá es elevarnos por encima de nuestro deseo de recibir, a un deseo general.

En nuestro mundo, hay una sola fuerza que nos gobierna a todos: el deseo de recibir placer. No importa lo que hagamos, constantemente buscamos y elegimos lo que, finalmente nos da mayor placer, de forma óptima y segura. La humanidad se desarrolla por su intelecto y emociones, que son suficientes para adquirir conocimientos y tener más éxito en este mundo. Llega un momento en el que la humanidad siente que ya no es suficiente y se mete en problemas, porque ve que hay dificultades y obstáculos. Esto empuja a la humanidad a la búsqueda de diferentes métodos, ideas, inventos y artilugios para mitigar la vida, para tratar de avanzar mejor. Pero, lo que encontramos es que nuestra tecnología y descubrimientos científicos, sólo nos hacen daño. Llegamos a un estado en el que el desarrollo que anhelamos y respetamos, de repente se vuelve peligroso. Tenemos varios elementos dañinos que se liberan al medio ambiente, muchos países que poseen armas nucleares, productos químicos tóxicos en los alimentos e incluso nuestras acciones mutuas son cada vez más tóxicas. Un enemigo interno, nuestro ego, se interpone en el camino de un mayor progreso positivo. La sabiduría de la Cabalá revela y enseña que lo que nos salvará es desarrollar conexiones humanas positivas. Nuestras conexiones, las conexiones entre todos nosotros, es todo lo que necesitamos arreglar.

Una vez más, estamos sintiendo la pandemia. El cabalista, doctor Michael Laitman ha hablado de esto durante el último año y medio y ha expresado su opinión de que no terminará pronto y que lo pagaremos muy caro, con sufrimiento. Durante este proceso, la humanidad, eventualmente, aprenderá que no es de "mi" incumbencia, sino de "nuestra" incumbencia. El doctor Laitman explica que el Creador quiere que, al quedarnos en casa, cambiemos nuestra actitud hacia los demás, de mala a buena. Es como el padre que castiga a su hijo, le dice: "Párate en el rincón y piensa por qué te lo mereces”. El niño, en su rincón, solo piensa: "¿Cuándo terminará?" Así es como usualmente nos dirige nuestro ego. Lo que debemos entender es que, ahora nos están “arrinconando” para que pensemos en cómo debemos relacionarnos correctamente con la vida. Con ese castigo, veremos que el Creador, en realidad, nos da el "remedio" y que estos golpes nos llevan hacia la conexión. Cuanto antes lo comprendamos, más rápido entenderemos que la solución es simple y rápida.