Preface by Rabbi Moshe Butryl to the Book of Yetzira
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Preface by Rabbi Moshe Butryl to the Book of Yetzira
 

Prefacio de Rabí Moshe Butryl sobre el libro de Yetzirá

Moshe Botarel dijo: Quiero satisfacer el deseo del sabio, que es un tesoro sellado, y cualquier persona es insignificante en comparación con él, un maestro en sabiduría, pero joven en años. Es llamado el estandarte de los maestros rabínicos, la gloria de la raza humana, porque es un hombre excelente en toda perfección. Y no puede ser que alguien se fortalezca en la perfección de sus propiedades alcanzando la soberbia. Es nulo cuando alguien se pone en su sombra, porque pone sus esfuerzos en pensamientos sublimes y "la gloria de su bosque". Y aunque es humano, sus pensamientos no serán humanos, y están por encima de toda bajeza, lo que se llamaría por poder de la mente. Y no será recompensado, porque su fuerza es una en todas partes y en todo momento. Y esta es una persona que posee el secreto de la creación, ya que actúa igualmente estable y confiable, y prefiere el elogio absoluto de las sabidurías. La boca, pronunciando perlas de secretos ocultos, atributos morales y la cualidad del habla son su suerte. En las formas de su cadáver se refleja la dignidad. Y, por lo tanto, decidiremos que sería buena idea sacar de su corazón lo que es más correcto y más útil para la persona. Es la descripción de una persona que permanece en la perfección de la mente más que antes. Sabe describir la alimaña en diferentes aspectos debido a su sofistería.

Todas las cosas contadas por los observadores, los animales y los serafines, se incluyeron en su destino. Entró en Pardes (huerto de cítricos) y salió ileso. Ligado fuertemente a la comprensión del Señor del Mundo.

Quien deba juzgar que juzgue y quien deba enseñar que enseñe, porque él es un justo integro y la Luz está sobre él. Entre los sabios se le llama filósofo divino, investigó todo de aquella sabiduría hasta el fin, incluyó todas las intenciones más sabias de la manera más correcta posible, fusionó lo similar e implantó lo directo. Desde que vi en él todos estos componentes, en su demanda inmediata de fortalecer su deseo por los asuntos divinos, me dije a mí mismo: su principal deseo es erradicar el error. Porque se dirigió a mí muchas veces, rogándome que escribiera un comentario sobre Sefer (libro) Yetzirá. Y como lo vi tan grande en su alcance espiritual, no lo regañé ni lo persuadí a abandonar dicho asunto, porque no es posible hacer tal cosa a una persona así como él. Sin embargo, tuve la intención de indicarle que pusiera todas las cosas en orden, porque es costumbre de los elegidos de los queridos hijos de Sión no mezclar cosas diferentes, ya que de ese modo destruye el estudio de esta ciencia pues aquellos que no conocen esta ciencia se ahogarán en fantasías, como aquellos que no pudieran nadar, se ahogarían en el mar. Y, por lo tanto, que solo el que se preparó para estudiar, nade y no arruine la natación en el estado existente. Respecto al poder de su logro, dije sobre él: "El misterio del Creador es para aquellos que temen a Él". Y, por lo tanto, mi intención y mis acciones fueron aceptadas: que saque y sustraiga de mi sabiduría. Y el Creador no puso obstáculos en mí para revelarle un verso o concepto de las palabras de los sabios, en los cuales hay observaciones respecto a esta sabiduría.

Y le expliqué este libro, que incluye el acto de Bereshit (Génesis), es decir, la sabiduría de la naturaleza y el Maase (acto) de Merkaba, es decir, la sabiduría divina, que es una ciencia oculta. Como resultado de esto, nuestros sabios dijeron: "No se puede estudiar Merkaba solo, a menos que sea un sabio que comprende desde su sabiduría". Y similarmente, Rabí Yochanan le dijo a Rabí Elazar: "ve y te enseñaré el Maase Merkaba". Él le respondió: "Aún no he envejecido". Significa: "Todavía no soy viejo, y hay un joven hirviente en mí, y no dejaré de pecar". Y es sobre esta sabiduría que se dice: "El temor del Creador es su tesoro". Como lo explicó el Rav Abraham, el hijo de Rabí Itzjak de Ramón de España en el "Libro de la Unión". Y así escribió en el capítulo 11: dice acerca de las siete ciencias: "La fe de tu tiempo, el poder de las salvaciones, la sabiduría y el conocimiento, y el temor del Creador es su riqueza". La fe implica la aritmética, "tu tiempo" – implica la cualidad, "poder" - a la teoría de las fracciones, "salvaciones" indica la música, como se dice: "Ahora traigan un músico ante mí, y cuando el músico comenzó a tocar, la mano del Creador se posó sobre él”. La "sabiduría" es una indicación de la ética, y el "conocimiento" es una indicación de la naturaleza. "Temor del Creador es su tesoro", una indicación de la sabiduría divina, como decían los sabios: "Las principales disposiciones se transfieren solo al presidente de la corte” ...y es la persona cuyo corazón se preocupa en su interior": significa que debe rendirse y ser modesto y temer el pecado.

Y dice acerca de esta sabiduría: "Porque el Creador abomina al perverso; mas su comunión íntima es con los justos", es decir, uno debe tener la mayor honestidad y perfección al estudiar esta sabiduría, como escribió el maestro en la primera parte, cap. 34. Y Maase Bereshit, es decir, la sabiduría de la naturaleza son cosas maravillosas sobre el misterio con el que se sella este nivel. Como decían los sabios: "No se debe aprender el Maase Bereshit en dos". Y citan el siguiente versículo como prueba: "Porque pregunta ahora de los tiempos pasados, uno pregunta, no dos”. Los estudios de Maase Bereshit investigan el mundo medio, el mundo de las ruedas o esferas, como lo explicó Aristóteles, el principal de todos los filósofos, explica que las esferas pertenecen al quinto elemento, y esto está incluido en el Maase Merkaba, ya que los cuatro animales mencionados en Maase Merkaba - El rostro humano que indica la esfera de los planetas que ponen el elemento del aire en movimiento, que es similar al hombre. Eso tira del hombre para erguir su altura.

El rostro de león indica la esfera de las constelaciones, que pone en movimiento el elemento de tierra, de modo que es tan poderoso como un león, y posee un cuarto, y su imagen es similar a la imagen de los minerales que yacen el elemento del fuego. El rostro de toro implica la esfera del sol que pone en movimiento el elemento de fuego y el toro tiende al rojo, por lo que se intensifica en él. Se entiende en la piel exterior del vestido. El rostro de águila indica la esfera de la luna, que pone en movimiento el elemento de agua, como dicen los sabios del estudio de la ciencia, que la fuerza de la luna indica frío y humedad, y el elemento del agua es frío y húmedo, y este elemento se fortalece en las aves, como decían los sabios: "Las aves están hechas del pantano" y, por lo tanto, su idoneidad como alimentos está determinada por una señal. Y así se llama Maase Merkaba, que indica que el profeta Yejezkel lo vio en la forma de un carro similar a cuatro animales, como se dijo: “el carro de Egipto fue sacado y entregado por seiscientos siclos de plata, y el caballo por ciento cincuenta". Esta es la imagen de este carro con cuatro animales y cuatro ruedas, y allí el trono cae en esferas (ruedas), como está escrito: "El cielo es mi trono": y el carro y el trono son uno, y por lo tanto nuestros sabios dicen en el tratado de Hagiga: "Y vi una especie de Hashmal (luz eléctrica)", se transmiten los puntos principales. Aquí termina las palabras del hijo de mi maestro Rav Abraham, Rav Ishak, de Ramón de España.

Moshe Botarelo dijo: Realmente disfruto estas palabras de Rav, porque todo esto está relacionado con la sabiduría de la Cabalá y el trabajo de la sabiduría de la filosofía divina está cerrada con las llaves de la Cabalá, también la astronomía, y el que trabajó, como yo lo hice, entendería, y conocerá la verdad de la mentira en el modo de mi palabra. Porque juro que no dejé un solo libro de esta sabiduría que no hubiera estudiado. Y, por lo tanto, no transmití mis escritos a nadie, excepto a aquellos que habían manejado las raíces de la Cabalá, y por lo tanto, no hay ninguna combinación a la que no hice referencia. Y aquellos que desean ingresar al Pardes deben hacer su trabajo con modestia e ingeniar, y deben cumplir con las condiciones que le dio su maestro, y luego se verterá la fuente de sabiduría (Jojma) y la mente (Bina) en su interior.

Pero, a partir de este punto, la Shjiná no estará sobr él, ya que la Luz Clara nunca ha estado en nadie fuera de quien cuya suerte fue la modestia. Y este es el significado del verso: "Y ese hombre, Moshé es el más humilde de todas las personas", y su destino fue en base a sus cualidades, y por lo tanto, miró el espejo iluminador y brillante con gratitud, porque cuando una persona hereda la propiedad de la modestia, le abandonan todo tipo de malas propiedades, como la bufonería y la grosería, y la calumnia, y otras malas cualidades. Resulta que incluye todo tipo de perfecciones y, por lo tanto, el Rey Mesías bendijo al profeta con modestia, ya que Zacarías dijo: "Él es pobre (ani) y se sienta sobre un burro", y tradujo Yonatán: "ani" (pobre) es como "modesto" (anev). "'Anev', porque no puede ser que fuese pobre, ya que todo el mundo estaba en su poder, pero por modestia montaba en un burro. En todo caso, una persona debe tratar de mejorar su alma, manteniendo esta base tan importante. Y si hace lo contrario, no dejará de cometer pecados, porque una transgresión genera otra transgresión, y el camino correcto se echará a perder. Como dijo el sabio: un hombre de malas cualidades echará a perder el camino correcto, como un poco de ajenjo arruinaría la miel. Por lo tanto, sería mejor eliminar el ajenjo.

Moshe Botarelo dijo: Muchos han cometido pecado de moralidad y, por lo tanto, han reducido la siembra, y mucha maldad les asaltó. Escribió Aristóteles, el principal de los filósofos, y escribieron los sabios antiguos en artículos de moral hermososo y exquisitos: el que sirvió honestamente, trabajó para el Creador, siguió Sus acciones y fue fiel a Él, quien amó al Creador con gran amor, ama al Creador con amor divino y ama el intelecto y lo mantendrá, lo ayudará y le hará bien como a su amado. Se contentará como sus semejantes y pedirá cumplir Su deseo, y el Creador es vivo, es sabio y perfecto. Hasta aquí las palabras del filósofo. Y alabar estas maravillosas palabras infinitamente. Y me deshice de mi orgullo, y fui por el camino de la modestia y no quería revelar secretos ocultos durante todo el tiempo designado en el que estaba atado. Aunque me ofrecieran todos los tesoros del mundo, no deseé revelarlos.

Y tenía la intención de cumplir el deseo de mi señor y maestro Rabí Yaacob Sfaradi, que mora en la posada de la gloria. Y al pasar el tiempo, tengo el poder, con su permiso, para revelar el secreto a los sabios y al buscador, pero al mismo tiempo me veo obligado a cumplir otras condiciones, y ni por miles de miles de dinares de oro lo revelaré, en cambio esconderé, e incluso bajo la amenaza de muerte, cumpliré lo que mi señor y mi maestro me ha ordenado. De lo contrario, que mis huesos se hallen en un ataúd como los huesos de Yehuda, porque, ¿de qué me sirve perder el próximo mundo por el mundo transitorio? Y, por lo tanto, no fue mi corazón el que pensó en revelar este secreto, y no incumplí sus mandamientos y no olvidé, y no los violaría aunque fuera sepultado.

El mayor de todos los filósofos escribió claramente que deberíamos estar agradecidos con nuestros maestros que dieron a luz a nuestras almas, más que con nuestros padres, que dieron a luz a nuestros cuerpos. Entonces, el gran rabino, el pilar de mi diestra, mi señor, maestro y soberano, Rabí Yakov Sfaradi, estuvo de acuerdo conmigo de no revelar los secretos escondidos en mi corazón y no compartir mi gloria, y no evadir el trabajo, sin embargo guardo sus mandamientos y su camino, nunca los abandono y la puerta está cerrada, sellada y bloqueada. Y de esta manera alcanzaré la vida en el próximo mundo, el mundo de las almas, y moraré con la más alta Divinidad en gozo y alegría, en el bien más divino, como las almas santas. E incluso a mi hijo, mi carne y mi sangre, no entregaré las llaves de esta sabiduría si considero que él no entra en este círculo marcado.

Por lo tanto, Platón dijo: "No transfieran la sabiduría a alguien que no conoce su valor, porque la ciencia es más preciosa que las perlas". Y el principal de los filósofos dijo a los sabios griegos: "No transmitan esta ciencia a aquellos que no son dignos de ella, para que no la ultrajen". "Para que no la ultrajen", es decir, "para que no devuelvas a mi hijo allí". Porque un sabio que enseña la sabiduría a alguien que no es digno de ella, la ultraja y la destruye, como dijo Shlomo (Salomón): "No hables a oídos del necio, porque menospreciará la prudencia de tus palabras". Y cuando ví que este hombre es un "maestro" coronado con una corona superior, me dije y revelé en mi corazón: debes dar de la magnificencia de esta sabiduría y quise revelarle los secretos del Creador, porque nuestros hombres sabios dijeron: El que practica la sabiduría es como un sumo sacerdote. Y contando con la ayuda del temible Creador, le explicaré el Sefer (libro) Yetzirá.