Es importante para nosotros aprender sobre el sistema en el que vivimos, cómo las relaciones sociales nos influyen, y cómo cada uno de nosotros puede acercar el sistema a un estado de equilibrio. Este proceso educativo permite a cada persona adquirir la sensación de estar en un sistema único con todos, donde es bueno que todos estén juntos. La recompensa por las buenas relaciones será una vida equilibrada en una buena sociedad que se relacione con nosotros como una madre amorosa, brindándonos calidez y seguridad. En una sociedad como esta, las concesiones son consideradas como beneficiosas. El apoyo social le dará a cada persona el poder de conceder, ya que el otorgamiento a los demás crea un autootorgamiento hacia todo el sistema y una respuesta poderosa, multiplicada muchas veces, por lo tanto, volverá a mí. Los valores sociales, el honor y la vergüenza pueden dirigir a las personas a tratar bien a los demás. Para lograr estos fines, la opinión pública debe cambiarse a través de un proceso profundo de educación social general basado en la regla ""Y amarás a tu amigo como a ti mismo"" (Levítico 19:18).